
Son muchos los vídeos que podemos ver por la red de jugadores profesionales haciendo workouts durante las vacaciones: Luka Dončić, Giannis Antetokounmpo, Stephen Curry… Pese a que podrían disfrutar de las vacaciones como el resto de jugadores, eligen pasarlas entrenando. ¿Por qué? Por qué les gusta, están motivados.
¿Te gustaría que tus jugadores estuvieran igual de motivados que ellos para entrenar? ¡Entonces este es tu artículo!
La motivación no va de enseñarles vídeos de YouTube o de jugadas de jugadores, de contarles anécdotas de profesionales o de premiarlos cuando hacen las cosas bien. Todo ello, tiene una duración muy corta y contribuye a alimentar la motivación extrínseca (Deci y Ryan, 1985), que implica que el jugador no entrenará por el puro placer de entrenar. Así pues,
¿Qué tenemos que hacer?
Las frases de motivación deportiva no son suficientes.
Para mantener a los jugadores con ganas de entrenar y mejorar, hay que potenciar otro tipo de motivación, la intrínseca (Deci y Ryan, 1985). Para ello, solamente hay que potenciar desde el rol de entrenadores lo que se conoce como las 3 necesidades psicológicas básicas: autonomía, relación y competencia (Vallerand, 1997).
Autonomía:
Cuando los jugadores saben poco, es natural darles instrucciones y corregirlos, pero hay que ir con cuidado de no sobrepasarse e intentar no controlarlos en pista como lo haríamos con el mando de la PlayStation.
Necesitan sentirse iniciadores de sus propias acciones, tener su propio espacio para pensar y actuar en consecuencia. Un ejemplo muy extremo de esta necesidad psicológica básica son esas situaciones que podemos ver en las redes de entrenadores como Steve Kerr o Greg Popovich que ceden sus pizarras a sus jugadores para que se recreen y elaboren ellos la siguiente jugada a ejecutar tras el tiempo muerto.
Así pues, generar autonomía en los jugadores no es que cada uno haga lo que quiera, sino generar espacio para la individualidad y la toma de decisiones.
Relación:
En gran parte de los equipos y selecciones nacionales, siempre hay algún jugador que no destaca por su juego, pero que no es traspasado ni desconvocado. Jared Dudley en los Lakers, Boban Marjanović en Mavericks… son jugadores que aparte de jugar, cohesionan el equipo. Pero ese trabajo también lo podemos hacer como entrenadores. Se trata de que todos los jugadores se sientan integrados y conectados no solo con sus compañeros, sino con el resto del club (el del bar, los de mantenimiento…), lo que a parte de aumentar la motivación intrínseca de todos, va a generar confianza y resiliencia entre ellos.
Competencia:
Por último, necesitamos que los jugadores se sientan competentes en el momento de jugar a baloncesto. ¿Qué significa eso? Pues que se sientan capaces y hábiles en las distintas tareas y ejercicios que realizan.
Para ello, no basta con entrenarlos y darles recursos, ya que eso no significa que los estemos haciendo competentes del todo. ¿Cuántos jugadores entran y salen de la NBA de una temporada para otra? ¿Es por qué no tiene recursos? Definitivamente, estos jugadores que vienen y van tienen recursos, pero no están del todo capacitados para jugar ahí, es demasiado para ellos. Así pues, para que nuestros jugadores sean y se sientan competentes, hay que adaptar las tareas a sus capacidades para que estas mejoren poco a poco.
En definitiva, si quieres que todos tus jugadores estén motivados a lo largo de la temporada, sólo tienes que satisfacer estas 3 necesidades psicológicas básicas que te proponemos.
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Referencias
Deci, E. L., & Ryan, R. M. (1985). The general causality orientations scale: Self-determination in personality. Journal of research in personality, 19(2), 109-134. https://selfdeterminationtheory.org/SDT/documents/1985_DeciRyan_GCOS.pdf
Vallerand, R. J. (1997). Toward a hierarchical model of intrinsic and extrinsic motivation. In Advances in experimental social psychology (págs 271-360). Academic Press. https://doi.org/10.1016/S0065-2601(08)60019-2
Graduado en psicología por la Universidad de Barcelona y máster en psicología del deporte y de la actividad física por la UAB; con menciones honoríficas en psicología clínica y en ética y deontología, así como menciones con excelencia en iniciación deportiva e intervención en psicología del deporte, entre otros.
Experiencia con deportistas en competiciones europeas, de selecciones nacionales y semiprofesionales, así como con otros entrenadores y familias en el deporte amateur.